Google Drive es uno de los recursos gratis para almacenar archivitos: esos duendes traviesos mediante los cuales hacemos magia con la información.
Aunque parezca mentira, suele ser poco lo que se conoce de él y, una simple pregunta tal como: «¿Por qué no lo subes a Drive?», devuelve como respuesta la cara de “no sé de qué me estás hablando” del interlocutor de turno.