¿Cómo utilizamos la cámara de nuestro telefonito?

El teléfono celular se ha convertido hoy en día en un aparato que nos resuelve todo. Hay aplicaciones para todo.

Atrás quedaron los tiempos de las cámaras con rollo y, luego, de las digitales.

Con las primeras uno tardaba un montón de tiempo para sacar una foto: se fijaba si "entraban" todos, si la iluminación era correcta y hasta usaba el temporizador para lograr una 'pseudoselfi'.

Luego, con las digitales, el costo del rollo y el tiempo de revelado quedaron atrás, pero algo se siguió manteniendo: tomar la foto en horizontal (con la cámara sostenida con las dos manos) y recurrir al temporizador cuando el "fotógrafo" quería aparecer en escena.

1. Fotos y vídeos con la cámara frontal

Con la proliferación de los teléfonos celulares empezamos con las selfis. Los primeros dispositivos no contaban (por lo que recuerdo) con la opción del modo espejo en la cámara frontal (otro añadido moderno).

Acostumbrados quizás a que "tenemos que vernos al 'derecho'", entramos a jugar con las opciones de configuración y llegamos a esa (poco acertada, para mí) característica. Y la activamos. ¿Cuál es el resultado? Se ve en la imagen siguiente: si en la frontal nos vemos al 'derecho', el resultado es una foto en simetría especular: "al revés". [Clicar o tocar para ver en detalle. El menú corresponde a un Nokia 7.1 con SO Android One].

Con esta opción desactivada, nos vemos en espejo. ¡¡¡Y el resultado es la imagen "al derecho"!!! Caso similar al del ploteo de algunos carros de policía, coches de bomberos y ambulancias, que están "al revés" para que en los retrovisores de los vehículos de adelante se vean "al derecho". [Clicar o tocar para ver en detalle. El menú corresponde a un Nokia 7.1 con SO Android One].

La reflexión por omisión en las cámaras frontales nos juega una mala pasada, hace que nos cueste situarnos en el espacio, tomar noción de dónde estamos y cómo queremos vernos.

Una aclaración importante: El hecho de tener o no activado el modo espejo en la cámara frontal afecta directamente a toda transmisión en vivo que con ella realicemos. Es así que, si estamos haciendo un directo para presentar, por ejemplo, nuestro último libro y tenemos activado el modo espejo, el título de nuestro hermoso libro no podrá leerse (excepto que la transmisión sea vista de espaldas al dispositivo y con un espejo delante).

Para el caso particular de las videollamadas (con modo espejo desactivado en todos los dispositivos: situación ideal), a nuestros interlocutores los veremos "al derecho" y nosotros nos veremos "al revés"; nuestros interlocutores, a su vez, se verán "al revés" y a nosotros nos verán "al derecho".

¡Cuidado! Lo anterior no funciona si entramos en aplicaciones como Instagram, WhatsApp o Telegram y realizamos una captura (foto o vídeo) directamente desde la aplicación: sale tal cual se ve. Es mejor minimizar la aplicación, tomar la captura desde "afuera" y luego subirla o enviarla.

2. Orientación de la cámara

Aquí otro clásico: es más fácil sostener el telefonito en vertical que en horizontal: lo hacemos con una sola mano.

Ahora bien… ¿Qué tan conveniente es mantener dicha posición para todo? Sin ir más lejos, con el auge del "periodismo ciudadano" pululan por todas las plataformas los vídeos con orientación vertical embebidos (ajustados, si vamos a emplear el término preciso) en contenedores horizontales.

Si de una relación de aspecto 9:16 hablamos, al embeberlo en un contenedor a 16:9 habremos de "desperdiciar" más de dos tercios de la pantalla (la imagen ocupa sólo un 31.64 % del contenedor -lindo ejercicio de proporcionalidad para el lector-).

Un partido de fútbol (hay que poder seguir una pelota manteniendo el teléfono en vertical), una entrega de diplomas, un docente escribiendo en un pizarrón... amerita el horizontal: la escena es captada por completo, sin tener que desplazar la cámara a izquierda y derecha.

Es más: todo lo que se piense que quizás pueda llegar a "aterrizar" en YouTube, como fondo de pantalla o en alguna presentación debería ser captado en horizontal. Optimizaremos el espacio disponible y evitaremos deformaciones al tratar las imágenes.

No olvidemos que nuestros ojos están dispuestos sobre el eje de abscisas, no sobre el de ordenadas: vemos "en horizontal".

Conclusiones

Tendríamos que volver a "pensar" como en la época de las cámaras de rollo: detalle a detalle, para qué queremos esa captura, qué es lo que más nos conviene… Vemos el mundo de distinta manera, es cierto. Pero está en nosotros tener la oportunidad de discernir si lo estamos viendo como queremos. Y una de las formas de lograrlo, de 'captarlo', es saber qué nos depara nuestro dispositivo. Conocerlo (iba a poner: "leer el manual de instrucciones", pero justamente estos detalles NO están en el manual).

Esta entrada participa en la Edición 1 del Año 11 del Carnaval de Matemáticas cuya anfitriona es MoniAlus (la que suscribe) a través de este blog: El mundo en un chip.